giovedì 13 gennaio 2011

No es posible que un aborto sea terapéutico, explica nuevo Arzobispo de Santiago

en el nuevo Arzobispo de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati explicó a ACI Prensa que es una contradicción hablar de “aborto terapéutico” en Chile porque “nunca se puede sanar a una persona eliminándola“.
En diálogo telefónico con ACI Prensa, Mons. Ezzati se refirió al proyecto presentado el 15 de diciembre pasado por los senadores Evelyn Matthei (Unión Demócrata Independiente) , para legalizar el mal llamado aborto terapéutico cuando esté en riesgo la vida de la madre o el feto presente alguna malformación grave. En Chile está prohibido todo tipo de aborto desde 1989.
El nuevo Arzobispo de Santiago y Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena recordó que “la tarea que tiene un médico es la de procurar la salud y el bien de la vida. La eliminación de una vida humana nunca es un bien, nunca es una intervención de salud”.
“Llamar al aborto terapéutico es una contradicción” para los médicos que saben que cumplen una función a favor de la vida y “saben que no es para nada una medida terapéutica. Nunca se puede sanar a una persona eliminándola“.
Mons. Ezzati evocó la declaración que los obispos del país emitieron el pasado 28 de diciembre para defender “con mucha claridad el principio evangélico y bíblico del valor de la vida” y oponerse “a un proyecto que tiende a legalizar lo que es un mal para la persona y la sociedad como es la eliminación de la vida de un inocente”.
El Arzobispo pidió valorar “lo que significa introducir en la legislación del país algocontrario a la ética humana y cristiana” y recordó que “hay principios de fe que nos soportan y nos avalan en nuestra mirada también humana”.
Tras aclarar que oponerse al aborto no suprime “una actitud de acogida, de comprensión por el dolor de las personas que se ven en esta situación dolorosa”, explicó que ante las decisiones de vida o muerte se requiere “un amor mucho más grande, un amor que sea capaz de reflejar de alguna manera el mismo amor de Dios que cuida de todos sus hijos, de una manera particular de aquellos que más lo necesitan“.
Confianza y oración
El Arzobispo también compartió sus expectativas ante su próxima tarea al frente de la Arquidiócesis de Santiago que asumirá este sábado 15 de enero.
Mons. Ezzati dijo que espera ese día con “una gran confianza en Dios, en Jesús que me ha llamado a seguirlo y me ha llamado a echar las redes ahí donde Él quiere que las eche. No tengo ningún mérito ni ninguna confianza en lo que puede ser mis cualidades humanas que son siempre limitadas pero tengo una gran confianza en Aquel que me ha enviado”.
“He puesto a disposición del Señor lo que soy, lo que puedo realizar, para que Él haga lo que de mí quiera. Ojalá que en nombre de Él pueda anunciar la palabra de Dios y ser un signo muy cercano de la paternidad de Dios y del pastoreo de Jesucristo”, agregó.
Aseguró que su único deseo “desde lo más profundo del corazón, es ser un pastor que se asemeje cada vez más a los rasgos del único Buen Pastor”.
También explicó que la gran tarea de la Iglesia en Santiago es de “ser un signo, un signo poderoso, sencillo a la vez y humilde, pero signo que de verdad refleje la presencia de Dios en medio del mundo y el pastoreo bondadoso de Jesús con la gente que Él quiere salvar”.
“Con todos los sacerdotes, con los consagrados y las consagradas y con los laicos, especialmente los más comprometidos, yo me comprometo a ser junto con ellos un signo de esa presencia salvadora del Señor en medio de la realidad de la ciudad de Santiago”, agregó.
“Que los fieles católicos de Santiago especialmente oren por su nuevo Obispopara que pueda ser reflejo de lo que el Señor quiera que yo sea”, concluyó.

Preestrenan “La Última Cima” en Chile: Podría estar en los cines en Cuaresma

En medio de gran expectativa por el éxito que cosecha allí donde se proyecta, se realizó en esta capital el preestreno de la cinta “La Última Cima” que narra la vida del sacerdote Pablo Domínguez fallecido en 2009 tras un accidente.
Este avant premier se realizó el pasado 23 de diciembre en el teatro del Colegio Santa Ursula de Santiago al que asistieron unas 250 personas entre obispos, sacerdotes, religiosos y laicos. La cinta podría llegar a las salas de cine en Cuaresma.
La cinta ha sido un éxito de taquilla en España luego de permanecer 6 meses en cartelera y ha sido solicitada en más de 100 países. Con 82 minutos de duración, presenta la historia del sacerdote madrileño Pablo Domínguez, fallecido a los 42 años al descender el monte Moncayo. La cinta muestra a este sacerdote enamorado de Dios cuyas Misas solían estar abarrotadas por quienes querían verlo y oírlo.
Mons. Fernando Chomalí, Obispo Auxiliar de Santiago, señaló que La Última Cima “nos reconforta el alma y es un verdadero regalo del niño Dios en esta Navidad y estaremos trabajando fuerte para que esta película llegue lo antes posible a Chile”.
Sobre el preestreno, Carolina Requena Durán, Directora de Comunicaciones de Areópago, institución encargada de la organización del evento y responsable de llevar la cinta a Chile, señaló a ACI Prensa que el estreno en las salas de cine de este país podría darse en Cuaresma, pero si eso no sucede “de todas maneras haremos exhibiciones masivas pagadas en salas o auditorios en Santiago y regiones de Chile”.
Requena relató luego que “cuando nos enteramos de la existencia de la película, dijimos inmediatamente que ésta era una locura que bien valía la pena porque nos damos cuenta de que dentro de la oferta cinematográfica son necesarias iniciativas como ésta para ‘ahogar el mal con exceso de bien’“.
Carolina Requena también comentó que como parte del proyecto también se invitó al director de la cinta, Juan Manuel Cotelo, al congreso “Católicos y Vida pública” en la Universidad Santo Tomás.
Así, dijo, se pudo promocionar a mayor escala La Última Cima, que ya se ha visto en Panamá, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Nicaragua; y que en febrero llegará a Salvador y Honduras. México, Argentina, Chile, Perú y Estados Unidos también figuran en la agenda.
Más información: www.laultimacima.com

En aniversario del terremoto Benedicto XVI reza por Haití



El Papa Benedicto XVI envió un mensaje especial de solidaridad y esperanza a todos los habitantes de Haití al cumplirse hoy el primer aniversario del terremoto del 12 de enero de 2010 que cobró la vida de más de 200 mil personas.
El texto fue leído hoy por el Cardenal Robert Sarah, Presidente del Pontificio Consejo Cor Ununm, quien como enviado papal celebró hoy una Misa en Puerto Príncipe por el aniversario.
En el texto el Papa afirma que “en el primer aniversario del devastador terremoto que ha afectado a vuestro país, me uno a todos, queridos haitianos, para aseguraros mi oración, especialmente por los que han fallecido”.
“También quiero daros una palabra de esperanza en estas circunstancias particularmente difíciles. En efecto, ha llegado el momento de reconstruir ahora, no sólo las estructuras materiales, sino sobre todo la convivencia civil, social y religiosa”.
El Papa expresa luego su deseo de que “el pueblo haitiano sea el primer protagonista de su historia actual y de su futuro, contando también con la ayuda internacional, que ya ha dado muestras de gran generosidad a través de una ayuda económica y por medio de los voluntarios de todos los países”.
Finalmente Benedicto XVI manifiesta que está “presente a través del Cardenal Robert Sarah, Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum. Os lleva, con su presencia y su voz, mi aliento y mi afecto. Os encomiendo a la intercesión de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de Haití, que -estoy seguro-, desde el cielo, no permanece indiferente a vuestras oraciones. ¡Que Dios bendiga a todos los haitianos!”.
Entre las víctimas mortales del terremoto estuvo el entonces Arzobispo de Puerto Príncipe, Mons. Serge Miot; su Vicario General, Mons. Charles Benoit, que murió abrazado a la Eucaristía en la Catedral, y un grupo de seminaristas.
El terremoto también dejó en ruinas diversas estructuras de la Iglesia Católicacomo la Catedral de Puerto Príncipe y la Iglesia del Sagrado Corazón, considerada la más bella del país; así como los seminarios y diversas casas de congregaciones religiosas.
Por aquellos días el Nuncio Apostólico en Haití, Mons. Bernardito Auza, señaló a ACI Prensa en Puerto Príncipe que la tarea de reconstrucción tomará años, tal vez décadas, y para ello es vital la continua ayuda internacional de los gobiernos y de todos los católicos.